Aulas frías, mentes distraídas: el impacto silencioso del friaje en la educación infantil
En las alturas de los Andes peruanos, el invierno no se mide solo en grados bajo cero. Se mide en aulas silenciosas, en estornudos que interrumpen clases, en niños que escriben con los dedos entumecidos.
Cada año, entre junio y agosto, el friaje golpea con fuerza regiones como Puno, Cusco, Ayacucho y Huancavelica. Pero su impacto va más allá de lo climático: afecta directamente el rendimiento escolar, la salud y las oportunidades de miles de niños.
Mientras en las ciudades se debate sobre calefacción inteligente, en las escuelas rurales el abrigo es una bufanda tejida por mamá, una frazada más o, en el peor de los casos, simplemente nada.
El Ministerio de Salud y el SENAMHI coinciden: las heladas en zonas altoandinas alcanzan temperaturas por debajo de los –10 °C. Pero lo que muchos ignoran es que dentro de las aulas, la situación no mejora mucho. Los techos de calamina, las paredes delgadas y la falta de aislamiento convierten a cada salón en una caja helada. Un estudio de la Red de Educación Rural reveló que en muchas escuelas de zonas rurales la temperatura interior no supera los 8 °C durante las mañanas.
¿Qué significa esto para los niños?
- Dificultad para concentrarse: Cuando el cuerpo humano siente frío extremo, destina su energía a mantener la temperatura interna. El cerebro entra en un estado de alerta fisiológica, restando recursos a la atención, la memoria y el aprendizaje.
- Problemas respiratorios frecuentes: Las bajas temperaturas agravan los cuadros de bronquitis, asma y neumonía. En 2023, el Minsa reportó más de 60,000 infecciones respiratorias agudas en escolares de regiones altoandinas entre junio y agosto.
- Ausentismo escolar: El frío no solo enferma, también desmotiva. Cuando las condiciones se vuelven extremas, los padres prefieren no enviar a sus hijos al colegio. Esto genera brechas de aprendizaje difíciles de recuperar.
- Desigualdad estructural: Mientras los colegios urbanos gozan de infraestructura moderna, muchas escuelas rurales carecen de lo más básico: confort térmico. La educación en el Perú no solo se divide por currículo, también por temperatura.
Un informe de Scielo Perú concluye que los estudiantes expuestos constantemente a temperaturas bajas disminuyen hasta en un 25 % su capacidad de concentración y retención. El frío, entonces, no solo enfría el cuerpo, también congela el futuro.
¿Qué soluciones propone Acoustic?
Desde Acoustic, proponemos soluciones concretas, sostenibles y aplicables incluso en proyectos de bajo presupuesto. Porque sabemos que cada grado ganado de temperatura puede marcar la diferencia.
Lana de roca Rockwool
- Aislamiento térmico de alto rendimiento para techos, muros y estructuras de drywall.
- Retención del calor hasta un 70 %, reduciendo la pérdida energética.
- Resistente al fuego, al moho y de larga duración (más de 30 años).
- Ideal para colegios que buscan una solución robusta y segura.
Lana de vidrio AISLHOGAR
- Liviana, flexible y fácil de instalar.
- Compatible con cielorrasos, muros livianos y paneles interiores.
- Alternativa accesible para proyectos sociales o escuelas rurales.
- Producto no tóxico, inodoro y ecológico.
Ambas soluciones permiten mantener una temperatura confortable sin necesidad de calefacción eléctrica. Son ideales para proyectos donde se busca impacto inmediato con inversión eficiente.
¿Por qué aislar aulas escolares en zonas de friaje?
- Temperatura promedio sin aislamiento: 6–9 °C
- Confort térmico ideal: 18–22 °C
- Reducción del ausentismo: hasta 30 %
- Mejora en rendimiento cognitivo: hasta +20 %
- Retención de calor con lana de roca: 70 %
Desde Acoustic creemos que la educación debe ser cálida, segura y digna. No podemos cambiar el clima, pero sí podemos mejorar la infraestructura que rodea a quienes más lo necesitan. Aislar un aula es un acto de justicia educativa. Es brindar una herramienta silenciosa, pero poderosa.
📩 Si eres parte de un municipio, ONG o institución educativa interesada en mejorar la infraestructura térmica de zonas vulnerables, hablemos.
En Acoustic, convertimos frío en oportunidad.